Los azulejos cerámicos efecto ladrillo son una solución ecléctica para realzar el encanto de las cocinas clásicas o destacar el carácter urbano de las cocinas modernas.
Gracias a la versatilidad de la cerámica, los azulejos estilo brick están disponibles en una gran variedad de colores y acabados, del cálido efecto ladrillo, al gres efecto envejecido hasta el sencillo blanco, limpio y moderno.
Los azulejos de gres en este formato presentan además numerosas ventajas respecto a los ladrillos en que se inspiran: los revestimientos de cerámica son resistentes, durables, fáciles de limpiar y no temen productos químicos y desinfectantes: son la solución acertada para diseñar cocinas de estilo clásico, urbano o contemporáneo.
Elegir este tipo de azulejos significa vivir cada día la magia de la cocina como un espacio para compartir y al mismo tiempo evocador, que recuerda el encanto de los lofts neoyorquinos.
Al buscar la solución cerámica perfecta para una cocina nos encontramos con tal variedad de propuestas que a veces se pierde de vista una de las elecciones más clásicas y funcionales: los tonos claros. No siempre los colores vivos son la mejor opción para revestimientos y pavimentos de cocina y comedor.
Las baldosas y azulejos de tonos claros son la solución perfecta para ampliar la percepción del espacio, siendo así ideales para un gusto fresco y sobrio en una cocina de pequeñas dimensiones. Los pavimentos y los revestimientos claros reflejan más la luz en la estancia y tienden a suavizar y redondear las esquinas de la cocina, amplificando su amplitud.
Un tono claro puede convertirse en un excelente recurso estilístico para crear un entorno espacioso, para jugar con un agradable contraste si se combina con elementos gráficos más oscuros, o para dar vida a un espacio creativo, simplemente eligiendo un material de rejuntado de color distinto o de tono más oscuro entre los azulejos.
Las piezas de cerámica de estilo hidráulico aportan a las cocinas clásicas un encanto vintage gracias a sus refinados motivos geométricos y florales. La decoración retro de las piezas hidráulicas es todo un éxito no solo para pavimentos: es perfecto también para revestimientos, para crear paredes atractivas, aportar un toque de diseño a zonas algo anónimas, valorizar entrepaños o revestir una isla central.
Los motivos florales y geométricos típicos de las baldosas hidráulicas contemporáneas, tan elegantes con sus superficies matizadas y colores desaturados, ya decoraban los interiores de los edificios victorianos de mediados del siglo XIX. La versatilidad y la resistencia de la cerámica de gres porcelánico ha permitido dar nuevo lustre a la estética colorista y retro de las baldosas hidráulicas artesanales, volviéndolas aptas también para entornos más difíciles, sujetos a humedad o a esfuerzos constantes.
Marca Corona reinterpreta la baldosa hidráulica a través de distintas colecciones de gres porcelánico y con el nuevo proyecto Terra.Art.
Cuando se trata de elegir pavimentos y revestimientos cálidos para la cocina, la cerámica efecto madera representa sin duda la tendencia más extendida.
¿Por qué para la cocina arquitectos y diseñadores de interiores prefieren las cerámicas efecto madera respecto a pavimentos de madera natural y parqués? Existen varias razones.
Si por un lado es difícil resistirse al encanto de un auténtico revestimiento de madera antigua, la cerámica presenta ventajas que es imposible ignorar, sobre todo en entornos que, como la cocina, son todo un desafío.
El gres porcelánico es capaz de reproducir fielmente vetas y características estéticas de distintos tipos de madera sin renunciar a las ventajas técnicas y funcionales de la cerámica: por ejemplo, este material es mucho más resistente y durable que un parqué que se deteriora mucho más fácilmente y requiere mayores cuidados y tratamientos.